Por ayudar a los más necesitados.
Reforzar la autoestima.
Formar parte de la historia.
Cuidar el medioambiente.
Introducirte en el mercado laboral. Aunque el voluntariado no está remunerado, puedes realizar tareas que tengan relación con tu carrera u oficio, eso te ayudará a coger práctica para futuros trabajos.
Reforzar la empatía.
Los voluntarios son el pilar básico y la gran fuerza que tienen los Bancos de Alimentos. Suelen ser profesionales, preferentemente prejubilados o jubilados, que llevan tareas de dirección, contabilidad, almacén, transporte y aprovisionamiento, otras de apoyo jurídico, relaciones públicas, etc...
Su labor se centra en la captación, organización y distribución de alimentos.
El voluntario o la voluntaria, porque se siente solidario, por satisfacción personal o por otras muchas razones, acepta un compromiso moral de ayudar seriamente a los demás, participando y colaborando con las tareas de los Bancos de Alimentos.
Los voluntarios pueden ser:
Estables
Colaboran con el Banco de una manera regular a partir de dos o tres días a la semana según sus posibilidades.
Puntuales
Colaboran en campañas de recogidas de alimentos y otras acciones puntuales que lleva a cabo el Banco.
Especialistas
Tienen determinados conocimientos o habilidades que pueden ayudar a la mejora del Banco de Alimentos en temas muy concretos.
El Banco de Alimentos desempeña su labor todos los días laborales del año. Cada voluntario, atendiendo a sus destrezas, habilidades y conocimientos, y por supuesto tiempo libre, se compromete con el Banco a realizar determinadas tareas para las que está capacitado. Este compromiso de colaborar con el Banco sea en tiempo o en conocimientos es conveniente que se respete por ambas partes.
Si deseas colaborar como voluntario... ¡escríbenos!
web@fegaban.es